España ocupa uno de los primeros puestos entre los países de Europa en producción acuícola, en 2017 se produjeron y vendieron alrededor de unas 64.168 toneladas de pescados y mariscos de piscifactorías. 

 

Beneficios de adquirir productos de piscifactoría

 

Estos productos pasan por mayores controles de calidad, cuentan con una homogeneidad en talla, peso y formato que para nuestro cliente es primordial, ya que así se puede controlar con más facilidad las raciones y el escandallo del producto. 

La gran pregunta, ¿cómo afecta la crianza al sabor? Se han realizado estudios de catas a ciegas y los resultados concluyen que el sabor es prácticamente idéntico cuando se trata de comparar un pescado salvaje con otro de piscifactoría. Sin embargo, existen diferencias que solo los paladares más expertos son capaces de detectar. 

 

Tipos de piscifactorías

  • Sistemas de flujo. Compuesto por un conjunto natural o artificial de tanques y cauces de agua dulce, las aguas residuales reciben un tratamiento de limpieza. Muy recomendado para especies de corriente, que necesitan oxigenarse mucho. Las especies que suelen criarse en este sistema son: trucha, tilapia, lubina.
  • Cercados de malla. Son cercados que permiten la cría en entornos naturales de agua (dulces o saladas), facilita la alimentación, el control y la cosecha. Sin embargo, los desechos van directos al agua del entorno, lo que hace este método más perjudicial y que pueda influir en el ecosistema. Las especies que se suelen criar en estos cercados son: dorada, bacalao, salmón, tilapia y lubina.
  • Sistemas cerrados de recirculación. Se componen de un conjunto de tanques y filtros, limpiando, oxigenando y recirculando agua. Su impacto medioambiental es mínimo. En estos sistemas se crían especies como: tilapia, lubina, esturión, camarón.
  • Cría de moluscos. Tipos de cultivo: de suelos, en colectores artificiales, crianza en morriones y barcinas. Se alimentan de plancton de forma natural en el agua. Las especies de moluscos que suelen criarse son: mejillones y ostras.
  • Estanques. Es la metodología más antigua y la más extendida en el mundo hoy en día. Se usan piscinas o estanques artificiales o naturales, para criar especies tradicionalmente adaptadas a aguas tranquilas, como: carpa, trucha, lucioperca, pangasio, camarón/gamba.
  • Pescado de estero. Es un canal estrecho de poco calado, situado en mares y ríos, afectado por las mareas y con salinidad variable, la entrada del pez se da de forma natural por las corrientes. Las especies que suelen capturarse (dependiendo de la salinidad del agua) son: lenguados, mújoles, robalos, doradas, bailas, langostinos, bocas, cangrejos, ostiones, coquinas, almejas, pirulos, etc.

 

Origen de este arte milenario

 

Las primeras piscifactorías surgieron en la antigua China alrededor del 3.500 a.C., pero no aparecieron en occidente hasta la Edad Media, en las abadías y monasterios, en los que se criaban carpas y truchas para su propio consumo. 

Actualmente, las piscifactorías tienen el objetivo de abastecer al comercio, y también servir a la pesca deportiva. Es una alternativa evolucionada de la pesca salvaje, ayuda a controlar la población y proteger su ecosistema.